La inteligencia artificial ya no es solo cosa de las grandes empresas tecnológicas. Está en todas partes. Desde el móvil que usas a diario hasta las herramientas que emplean muchas pymes para automatizar tareas, tomar decisiones o mejorar procesos.
Ahora bien, ¿todas las inteligencias artificiales son iguales? No. Ni de lejos.
Hay distintos tipos de IA, y conocerlos es clave para saber cuál se adapta mejor a tu negocio.
Algunas están pensadas para automatizar tareas repetitivas, otras para analizar enormes cantidades de datos, y también las hay que aprenden solas y se vuelven más inteligentes con el tiempo.
En este artículo te explicamos qué tipos de inteligencia artificial existen, cómo se clasifican y, lo más importante, cuándo y cómo puedes aplicarlas en un entorno empresarial. Así que veamos qué tipos de inteligencia artificial existen.
¿Qué vamos a ver?
ToggleQué es la inteligencia artificial
Vamos primero con una definición básica pero clara.
La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que permite a las máquinas realizar tareas que antes solo podían hacer los humanos.
¿Ejemplos? Reconocer caras, entender lo que decimos, tomar decisiones, traducir textos, conducir coches, entre otros.
La clave está en que no solo ejecuta tareas, sino que aprende de los datos, mejora con la experiencia y puede llegar a actuar de forma autónoma, según el tipo de IA del que hablemos.
Qué tipos de inteligencia artificial existen: Clasificación general
La IA se puede clasificar desde dos puntos de vista:
- Según su capacidad (nivel de inteligencia que tiene)
- Según su funcionalidad (lo que puede hacer o su uso práctico)
Vamos por partes. Primero, la clasificación más común: según sus capacidades.
Tipos de inteligencia artificial según sus capacidades
Aquí se agrupan los tipos de IA según su nivel de desarrollo o “inteligencia”. Hay tres niveles:
1. Inteligencia Artificial Estrecha o Débil (ANI)
Es la más común hoy en día. Se llama «estrecha» porque está diseñada para hacer solo una cosa, y hacerla bien. También se la conoce como IA débil o, en inglés, Artificial Narrow Intelligence (ANI).
Por ejemplo:
- Un sistema que recomienda productos en una tienda online.
- Un asistente virtual que responde preguntas frecuentes.
- Un algoritmo que traduce textos de un idioma a otro.
Este tipo de IA no “piensa” por sí sola. Solo hace lo que se le ha enseñado. Puede parecer muy lista en una tarea concreta, pero no entiende ni puede hacer nada fuera de lo que ha sido programada.
2. Inteligencia Artificial General (AGI)
Este tipo ya es otro nivel. Se trata de una IA capaz de pensar y razonar como un ser humano. Puede aprender cosas nuevas, adaptarse a distintos entornos y resolver problemas sin haber sido programada específicamente para ello.
Se conoce como Inteligencia Artificial General o AGI (Artificial General Intelligence).
A día de hoy, no existe ningún sistema AGI real. Es un objetivo que los expertos en IA persiguen, pero por ahora sigue en fase de investigación y desarrollo.
Si se logra, cambiaría radicalmente muchas industrias: desde la medicina, pasando por la educación, hasta sectores como el transporte o la energía.
La Superinteligencia Artificial, también llamada ASI (Artificial Superintelligence), es una teoría (por ahora).
Sería una IA con capacidades intelectuales muy superiores a las de los humanos en prácticamente todos los aspectos: creatividad, toma de decisiones, emociones, resolución de problemas complejos, etc.
Imagina una IA capaz de resolver problemas científicos avanzados, mejorar por sí sola su propio código, o incluso desarrollar nuevas tecnologías sin intervención humana.
A día de hoy, esto sigue siendo ciencia ficción. Pero es un tema que ya se está debatiendo a nivel ético, técnico y legal, por lo que no es tan lejano como parece.
¿Y qué hay de las funcionalidades?
Vamos con el segundo enfoque de clasificación: según lo que puede hacer la IA o para qué se usa.
Aquí hablamos de aplicaciones más prácticas en el día a día de una empresa:
Aplicaciones prácticas de la IA en el entorno empresarial
Automatización de procesos
Muchas IAs se utilizan para eliminar tareas repetitivas y ahorrar tiempo.
Ejemplos:
- Robots en fábricas que ensamblan productos o detectan fallos.
- Sistemas de control de calidad basados en visión artificial.
- Automatización de facturación y contabilidad.
Chatbots y atención al cliente
- Asistentes virtuales capaces de atender a clientes 24/7.
- Pueden responder preguntas, ayudar en compras, o incluso resolver problemas sin intervención humana.
- Personalizan la experiencia según el historial del usuario.
Análisis de datos y toma de decisiones
- IA para Big Data: analiza grandes volúmenes de información en tiempo real.
- Detecta patrones, predice tendencias y ofrece recomendaciones.
- Ideal para marketing, finanzas o logística.
Optimización de rutas y logística
- Vehículos autónomos o semiautónomos para entregas.
- Algoritmos que optimizan rutas en tiempo real para ahorrar costes y tiempo.
- Planificación de almacenes y stocks de forma más eficiente.
Gestión dinámica de precios
- Ajuste de precios en función de la oferta, la demanda o la competencia.
- Ideal para e-commerce y sectores como el turismo o el transporte.
Gestión energética
- Sistemas inteligentes que controlan el consumo eléctrico en edificios, oficinas o fábricas.
- Ajustan automáticamente el uso de energía según necesidades y condiciones climáticas.
Desarrollo de videojuegos
- Creación de NPCs (personajes no jugadores) más inteligentes y realistas.
- Experiencias más inmersivas para los jugadores.
- IA que aprende del estilo de juego del usuario y se adapta.
InfortisaLABS expertos en Inteligencia artificial
Ahora que conoces qué tipos de inteligencia artificial existen, en InfortisaLABS somos especialistas en implantar soluciones de inteligencia artificial adaptadas a cada negocio.
Sabemos que la IA ya no es cosa del futuro ni exclusiva de las grandes compañías: está al alcance de cualquier empresa que quiera optimizar procesos, reducir costes y tomar mejores decisiones
Pero no todas las IAs son iguales. Cada tipo tiene un propósito distinto, y lo importante es saber cuál usar en cada situación.
Si estás pensando en incorporar IA en tu empresa, lo primero es entender estas diferencias y definir qué objetivo quieres alcanzar. Y desde ahí, aplicar la tecnología que realmente te ayude.
Para no perderte las últimas noticias, ¡suscríbete a nuestra lista de correo!